![Junta de Castilla y León](https://static.wixstatic.com/media/736a6a_778bd82acb3346519a6a2fa91b1a3e59~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/736a6a_778bd82acb3346519a6a2fa91b1a3e59~mv2.jpg)
Todo empezó un par de semanas antes, un día cualquiera como el 19 de junio de este año. Estando el tema de las oposiciones tan disperso y poco claro, proclamé varias veces mis ganas de trabajar, en voz alta y clara. Ese día, a través de un grupo de whatsapp de personas del entorno forestal me llegó esta oferta de trabajo. Tras breves momentos de incertidumbre y varias fases de selección conseguí ser elegida para el puesto. Una enorme sensación de alegría me embargó, había conseguido lo que quería, un trabajo.
En la asignación de puestos, al lado de mi DNI la provincia de Valladolid. Rápidamente pensé, ojalá mi destino esté en el centro provincial de mando en la delegación territorial, lugar donde he pasado grandes momentos y tengo grandes amigos. Pero el azar, o el destino me llevaron al centro autonómico de mando, en la delegación autonómica. El desconocimiento me hizo llegar algo ansiosa el primer día a mi puesto de trabajo, el 2 de Julio. Absolutamente todo era nuevo para mí, desde el edificio y la oficina a la que iba a incorporarme como las personas que allí podía encontrarme, no conocía a nadie. Estaba “sola”.
La sensación no cambió demasiado hasta que no llegué al despacho 223 donde estaba ubicada la mesa y el ordenador donde iba a trabajar. Un despacho enorme que estaba siendo adaptado por razones de seguridad y espacio. Gente sentada, gente entrando y saliendo y yo en el medio del despacho sin saber bien que hacer. Poco a poco fui hablando con las personas que allí había, véase operadoras, técnicos y demás personal y lo que aparentaba ser un universo se había rebajado al nivel de planeta.
En los posteriores días la inquietud siguió acompañándome, hasta que el compañero que se sentaba a mi lado, aún separados por una mampara de metacrilato me dijo “aquí de nervios nada, que todos estamos aquí para ayudarnos”, ese fue el principio de la tranquilidad en mi puesto de trabajo. Las tareas y rutinas se iban sucediendo y fui cogiendo el tranquillo.
Si bien el miedo a lo desconocido te hace temer, cuando lo desconocido se hace conocido te permite disfrutar. Cada día aprendiendo cosas nuevas y conociendo poco a poco a los compañeros que me rodeaban. Fui tomando consciencia de donde estaba y cual era mi labor, formaba parte de un dispositivo para la lucha contra incendios forestales.
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En años anteriores mi experiencia con este sector comenzó en Daroca (Zaragoza) en una base BRIF (brigada de refuerzo contra incendios forestales). Allí, entre otras cosas, se rellenaba un seguimiento diario de la base. Posteriormente ocho años de escucha de incendios en varias torres de vigilancia de la provincia de Valladolid, el último de esos años de emisorista en la central. Y este año en el centro autonómico. Estando aquí me di cuenta de que todo el dispositivo está enlazado, desde la persona que está en el monte, hasta la persona que está en el despacho haciendo una guardia de incendios. Todos son igual de importantes para que el dispositivo funcione, todos y cada uno son ruedas dentadas de un engranaje que correctamente sincronizado lleva al éxito en la gestión de estas emergencias.
La información que dan las torres de vigilancia permite a las personas en los despachos localizar exactamente dónde se encuentra el incendio y qué medios enviar al mismo. En las bases de incendios se sigue también atentamente esta información para estar preparado por si hay que salir, y en los centros autonómicos se gestiona toda esta información por si hay que enviar más medios a la emergencia. Posteriormente, los datos de todas las emergencias son procesados y evaluados. Entre otras cosas, con ellos se pueden hacer diversos estudios y estadísticas para ayudar en otras emergencias en posteriores campañas de incendios.
He de decir que ha sido un verano de incendios tranquilo, gracias a Dios. Y todas las emergencias que hemos tenido que manejar se han resuelto de la mejor manera y con el mejor resultado.
Ya en el mes de octubre cuando la época de peligro de incendios es media se llevan a cabo otras gestiones. La tensión por las emergencias de incendios disminuye y ya se comienza a hablar de ellos en pasado. Este es el momento de “colocar papeles”, poner en orden informes y partes y dejarlo todo al día y preparado para ser guardado a cal y canto. Se deja todo listo para poder ser consultado cuando sea necesario.
Otro período de más aprendizaje y experiencia en una fase diferente de la campaña de incendios. Los medios aéreos poco a poco se van retirando y las brigadas van terminando sus trabajos de período alto de incendios, todo se queda algo más tranquilo.
Y llegó el día en que yo también terminé mi contrato. En mi haber muchas experiencias inolvidables, conversaciones infinitas, filosofía de vida y personas geniales. Porque al final tus compañeros se convierten en tu familia y los sentimientos están a flor de piel.
Cuando lo desconocido se hace conocido puedes llegar a amarlo, llega a ser parte de ti hasta tal punto que la separación cuesta. Pero si cuesta es porque ha merecido la pena y el esfuerzo.
![Compañeros estupendos](https://static.wixstatic.com/media/736a6a_92ef9327fe0d4bf4a3bea1dd86887864~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/736a6a_92ef9327fe0d4bf4a3bea1dd86887864~mv2.jpg)
Debo hacer una especial mención a mis compañeras operadoras y a mis compañeros en emercarto, sin ellos mi experiencia en el centro autonómico de mando hubiera sido muy diferente. Rodeada de personas así da gusto trabajar.
Por último, una reflexión que resonará algún tiempo en mi cabeza.
“¿Por qué siempre que pido trabajo al universo me lleva al medio ambiente y más concretamente a los incendios forestales? Quizá esa pregunta no tenga respuesta o simplemente el universo está confabulando para que me quede en el sector.
De todas formas, de una manera o de otra siempre estaré vinculada al sector forestal, ya sea laboralmente o a través de otras actividades como esta web.
Recordad, la ley de la atracción funciona, sólo hay que saber cómo hablar con el universo.
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